mayo 14, 2007

GIRONDO Y OTRO RENACIMIENTO

La Biblioteca Nacional se vistió con sus recordados poemas

En una exposición atípica –como resaltaron varios medios masivos de comunicación-, ahora los textos de Oliverio Girondo recorren distintos sectores del edificio de la BN.
Están en los baños, en los pasillos, en los ascensores: todo un renacimiento público para Girondo. Sus poemas, esas estructuras lingüísticas únicas, que lo consagraron como un poeta irrepetible e imperdible, tomaron la arquitectura del plomizo edificio para darle un nuevo color: el de la sensnsibilidad y las ideas. Todo para rendirle homenaje al escritor argentino al cumplirse 40 años de su muerte.



La data periodística:
La exposición Palabra Girondo propone al visitante un camino literal por la biblioteca, de un piso a otro, de un espacio a otro, para ir descubriendo otro recorrido, el de la obra de quien fue un miembro destacado de la vanguardia literaria argentina y que, como tal, produjo una ruptura en la forma de expresión poética.
"La poesía de Oliverio Girondo es extremadamente vital, y decidí inundar el lugar con sus poemas para rendirle el mejor homenaje que puede tener un escritor: ser leído", dijo a LA NACION el artista y dramaturgo Fernando Rubio, que armó la muestra.
Los visitantes de la biblioteca, durante el breve viaje en ascensor, no podían resistirse a la lectura de las palabras que lo envuelven y que imponen la placentera obligación de tener que girar para no perderse ninguna: "Voluptuosidad con que, durante nuestra infancia rompimos a pedradas todos los faroles del vecindario". Y al llegar a la sala de lectura, en el 5° piso, seguir girando para leer sobre los ventanales: "Frescor de los vidrios al apoyar la frente en la ventana. Luces trasnochadas que al apagarse nos dejan todavía más solos".
Y si se mira para abajo se pueden leer las palabras de la explanada. El cáracter plástico de la exposición recrea también el carácter visual que tiene la obra de Girondo. "Lo cotidiano es una manifestación admirable y modesta de lo absurdo", reflexionó una vez el poeta, que nació en 1890. Hizo sus estudios secundarios en Inglaterra y en Francia. Estudió y se recibió de abogado en Buenos Aires. En la sala Marechal de la biblioteca se exhibe en una vitrina una placa con su nombre y dicha profesión.

Detalles sobre el autor:
En 1922, publicó su primer libro, Veinte poemas para ser leídos en el tranvía , con ilustraciones de él mismo. Le siguieron Calcomanías , Espantapájaros , En la masmédula , entre otros. En 1943, Girondo se casó con la escritora Norah Lange, con quien constituyó un matrimonio también literario. Hay fotos de ambos, exhibidas en otra vitrina.
También puede apreciarse una fotografía de 1925 con motivo del agasajo que la revista Martín Fierro hizo al creador del movimiento futurista, Filippo Tommaso Marinetti. En dicha imagen se encuentran, entre otros, el artista, Girondo, Jorge Luis Borges, Emilio Petorutti y Leopoldo Marechal.

Un vértigo especial:
"Leer a Girondo es entrar en una clase especial de vértigo. Girondo puede inclinarse a la sustitución de partes del cuerpo por objetos cotidianos, para crear nuevos mundos corporales y objetivos, pequeños monstruos líricos con metáforas de brusquedad tierna, de infantil catastrofismo amoroso. O puede elegir que esos objetos nuevos sean las propias palabras, sometidas a un sinsentido primordial", sostiene Horacio González, director de la Biblioteca Nacional.
De la muestra también participó –al menos en el acto inaugural-, el músico Fito Páez, quien compuso especialmente una música para un video que se proyecta en la muestra y que comienza con el poema 8 de Espantapájaros . Se inicia con la frase que revela el humor del poeta, uno de sus rasgos característicos: "Yo no tengo una personalidad; yo soy un cóctel". "Cuando era más pibe –dojo el rosarino-, me había impactado su trazo atrevido: ahora valoro también ese conocimiento que tenía de la ingeniería del lenguaje".

Otro de los atractivos de la exposición –dijo la cronista Laura Casanovas, a quién pertenecen estos datos-, es una videoinstalación con tres televisores. En una pantalla aparece la imagen de Leónidas Lamborghini; en otra, la de Arturo Carrera, y en la tercera, la de Horacio González. Cada uno a su turno va hablando de la obra inolvidable de Oliverio Girondo.

La muestra permanecerá abierta, desde el viernes pasado, hasta el 6 de julio en la sede de la biblioteca, Agüero 2502.

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