
LA MAGIA DE LA VILLA DE VICTORIA OCAMPO
Un paseo sentimental y personal por la vida
de escritores claves de nuestra literatura.
Informaciones publicadas recientemente nos alertaban que proyectan abrir, en el mes de agosto que ya se viene, otro sector de Villa Ocampo en Mar del Plata. Y es verdad que el lugar merece nuestra atención. El lugar, más allá de toda otra connotación, sirve como catalizador para un viaje sentimental a las sombras literarias que aún la habitan. Yo no lo sabía y pude comprobarlo intensamente hace un tiempo atrás.
Vida y literatura rara vez se mezclan. Una sigue los pasos de la otra y nunca sabremos cuál de ellas es la real. Quizas por eso aún tengo muy fresco en la memoria una reciente caminata, en el verano pasado, con mi compañera de días y de noches (nombro a Nora), por empinadas calles bordeadas de arboledas que nos escamoteaban el sol.
Ella me llevaba, sutilmente, hasta aquel sitio histórico que yo no conocía. Se le había ocurrido que debía conocer la casa de aquella "señora" de la Revista Sur y por mi parte no estaba muy seguro de querer hacerlo.
Pero nada fue como lo había pensado. La experiencia me permitió vislumbar algo que de alguna forma desmiente lo que dije al principio: En algunos sitios, vida y literatura, sí pueden confundirse.
Porque aquella fue una tarde de reencuentros.
Las presencias de esas personas que habitaron la casona, sólo percibidas a través de las letras que produjeron, no han dejado de habitar los rincones como amigables fantasmas que invitaban a que insistamos en hacer más íntima su frecuentación.
Los recuerdos anotados en las paredes, los objetos mencionados o fotografiados, como guias para el turista indiferente, se tornaban tan reales como el despues de una lectura profunda. De alguna manera se estaba en presencia de los pensamientos, de las frases o poemas repetidos, que quizas se generaron en ese mismo ámbito. Y esto, aclaro, no es simple sugestión. Lo que uno sabe o leyó de esa generación de escritores renace en ese ambiente de contrastes y aromas de secretos percibidos en la materialidad de un sueño.
Algunos de los personajes que la habitaron y la visitaron también creyeron en esas percepciones. Claro ya que la mayoría eran escritores. Puedo decir que más allá de la evocación, todas están verdaderamente vivas en la vieja casona. Ellas y ellos se mantienen como un testimonio viviente de que hay algo más que siempre perdura.
En esa cualidad de los sitios con verdadera historia está ese gran tilo que se acuesta sobre el piso con sus ramas, creando una cueva o una puerta a otros sitios imaginarios o reales; pero también estan las ventanas, los lavamanos y los inodoros, las lavandas, el empapelado, las galerías soleadas, los olores del tiempo y el sutil cobijo que la casona ofrece a la angustia de aquel que viene de la ciudad...
Todo eso y algo de aquello que se les pueda ocurrir. Siempre hay algo más que existe en el lugar –como esta recordación personal-, y que es posible descubrirlo como en las paginas de un libro secreto o imaginado. Y ese lugar es, para decirlo de algún modo, como entrar en un texto y comenzar a verlo en forma corporea.
Inolvidable y recomendable como experiencia la visita a Villa Ocampo.
Lo fue para nosotros y seguramente lo será para quien lo visite con la justa intención de dar y recibir lo que la historia dejó impregnado en el lugar. (Juan Bazán).
LOS NUEVOS PLANES PARA VILLA OCAMPO
Las obras y lo que dice la prensa sobre ellas.
Se dice que los encargados de las tareas esperan habilitar al público parte del primer piso de la casa. Esto será en agosto próximo, y que si las obras continúan con su ritmo de avance, la segunda etapa de la restauración de Villa Ocampo sería inaugurada muy pronto. El director ejecutivo del Proyecto Villa Ocampo es Nicolás Helft. Mencionó que dentro de Villa Ocampo, un exponente extraordinario de la arquitectura del siglo XIX, se habilitaron ya la cafetería y una tienda al estilo de las tradicionales en distintos monumentos históricos y culturales en el mundo, que pueden ser visitadas por el público. Al margen de la apertura al público se mencionaba que es la programación cultural lo que ha devuelto la vida a la que fue la última residencia de Victoria. Aquella mujer que con su tarea constante abrió amplios horizontes a nombres ilustres del pensamiento nacional e internacional. Se cuenta que en mayo último, con el trabajo de la Asociación Amigos Villa Ocampo, comenzó el programa "Siete noches", que toma su nombre de una obra ensayística de Jorge Luis Borges y que consiste en actividades musicales, literarias y teatrales. El ciclo de actividades continuará el 7 de agosto con una puesta teatral de "Lluvia de fuego", de Silvina Ocampo, a cargo de los notables Marilú Marini y Alfredo Arias, artista y director radicados en París. En septiembre, será el turno de Edgardo Cozarinsky con una obra de teatro y danza sobre Victoria Ocampo, Ricardo Güiraldes y el tango. En octubre, Villa Ocampo se iluminará con obras de Ligeti, Bach y Debussy, a cargo del Estudio Coral Buenos Aires, que dirige Carlos López Puccio. Las "Siete noches" concluirán en noviembre, con un concierto en homenaje a Silvina Ocampo, titulado "Los paraísos vulnerables", con textos de Silvia Dabul y obras de Gerardo Gandini, Julio Viera, Javier Giménez Noble y Marcelo Delgado. Como se trata de una casa abierta al diálogo, a esta programación cultural, se suman otras actividades de carácter institucional, como la reciente reunión de ministros de Cultura del Mercosur y otras vinculadas con arquitectura y patrimonio, paisajismo, diálogo intercultural, con respaldo de la Unesco. El avance sobre la unificación del Centro de Documentación de Villa Ocampo –como dice la información que circuló recientemente-, es que la intención del Proyecto Villa Ocampo es reunir los dos legados literarios de Victoria. Por un lado, su biblioteca y, por el otro, el archivo de la Fundación Sur, para ponerlo a disposición de investigadores y estudiosos.
UNA PUBLICACION GESTADA EN LA REGION ANDINA
Texto de Jaime Correas: "Cortázar, profesor universitario. Sus pasos en la Universidad de Cuyo en los inicios del peronismo."
Los pasos de Cortázar joven en Mendoza
Por Carmen Perilli
La originalidad del texto reside en la reconstrucción de los pasos de un Julio Cortázar joven en la Mendoza de mediados del siglo pasado. Se concentra, especialmente, en el mundo universitario. Recoge información acerca de distintas etapas de la vida del escritor en la Universidad de Cuyo. La investigación está dividida en cuatro momentos: 1944, 1945, 1946-1948 y 1970-1973. Los anexos incluyen los programas de las asignaturas dictadas por el escritor y las cartas de Julio Cortázar a la crítica Lida Aronne.Correas ha reunido un llamativo material que agrega algunas pinceladas a las biografías del mítico autor. El idealista profesor universitario de Literatura Inglesa, Literatura Francesa y Literatura Europea Septentrional se muestra vinculado a una Mendoza provinciana, con amigos entrañables como Sergio Sergei (el Oso) y Gladys Adams, su mujer. Su vida mendocina lo marcará con tonos e imágenes que se pueden rastrear en su escritura. De su estancia, asevera Correas, hay rastros en Bestiario, en particular en "Casa Tomada".El escritor incursiona, de modo contradictorio pero apasionado, en la política universitaria, convulsionada por el peronismo. Su actuación en el campo intelectual se hace notar. Los periódicos de la época consignan sus conferencias, sobre Verlaine y Sarmiento. Arma entrañables lazos con sus discípulos. Su alejamiento de la provincia se debe en parte al rechazo que le producen los nuevos tiempos políticos y a la necesidad de encontrar seguridades en su diploma de traductor. Después de instalarse en Francia reanuda lazos con los grupos de intelectuales en Mendoza, por carta. Vuelve a la ciudad en los años setenta. Señala Correas que entre el primero y el último viaje se cifra el gran cambio: "De hecho, en esos dos polos hay dos Cortázar distintos: uno lampiño y otro barbado, uno joven y otro maduro, uno sin definición política y otro socialista confeso". Un libro útil para los estudiosos del escritor, aunque un tanto apegado al dato minúsculo, lo que no le permite calar en la figura de Cortázar, demasiado fascinado por el escritor y guiado por la intención de mostrar la importancia de Mendoza en su obra (algo de lo que el lector no sale muy convencido).
NOTA:
Quizá uno de los costados menos conocidos de Cortázar sea su vida como profesor universitario, mucho antes de su residencia en París y de Rayuela. Al respecto, el año pasado apareció el libro de Jaime Correas "Cortázar, profesor universitario. Sus pasos en la Universidad de Cuyo en los inicios del peronismo." Se trata de una reveladora investigación sobre los días de Cortázar como profesor en la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), donde dictaba las cátedras de Literatura Francesa I y II, y de Literatura de la Europa Septentrional (en esa materia se ocupaba de la poesía inglesa de principios del siglo XIX) El libro de Correas es el relato del año y medio que pasó Cortázar en Mendoza (desde julio de 1944 hasta diciembre de 1945) y de su regreso en 1973. Es una investigación repleta de pruebas, testimonios de ex alumnos y docentes, cartas, fotografías y dibujos inéditos, que detallan una etapa poco conocida de la vida de Cortázar, quizá porque "aun no era Cortázar", aunque sabremos leyendo el libro que sí lo era, y que estaba camino de hacer "eso" que hizo, de ser "eso" que fue; de ponernos en esa maravillosa obligación de pensar e imaginar otros horizontes en cualquier plano de la vida; de buscar a la Maga.
Aquí algunas de las cosas de que nos enteramos gracias a Correas, para que sirvan de invitación a leer el libro o a (re)leer a Cortázar:
-Que, antes de viajar a Mendoza, las semanas de Julio Cortázar en Chivilcoy fueron "harto penosas", según sus propias palabras;
-que abandonó Chivilcoy cuatro días antes de instalarse en Mendoza;
-que Cortázar llegó a Mendoza el sábado 8 de julio de 1944, el mismo día en que asumía Perón como vicepresidente de la Nación, secretario de Trabajo y Previsión y ministro de Guerra;
-que primeramente se instaló en una pensión en Necochea 747, cercana a la estación de trenes, que le permitía ir caminando a dar clases. Que luego se trasladó a Las Heras 282, a una habitación que le alquiló el artista plástico comunista Abraham Vigo, lugar que a fines de 1944 dejaría...
-que hizo un grupo de amigos en Mendoza entre los que se encontraba el grabador Sergio Sergi;
-que para celebrar los banquetes que brindaba Sergi, Cortázar escribió un poema (reproducido en el libro de Correas) en el que le ofrecía un goulash hecho con palabras como retribución a los manjares que devoraba con sus amigos;
-que tal vez el cuento "Casa tomada" pudo ser inspirado por una de las obras de Sergi;
-que el diario Los Andes, de Mendoza, estaba muy pendiente de la Universidad por aquellos días, y que cuando informó sobre la designación de Cortázar en la UNCuyo comentó que entre sus trabajos publicados "cabe mencionar un volumen de poemas, titulado Presencia, editado en 1938 con el seudónimo de Julio Denis";
-que los temas propuestos por el profesor Cortázar para 1944 mostraban su sólido conocimiento de la poesía francesa y su incidencia en las vanguardias del siglo XX;
-que "Largázar" "gozaba de mucha simpatía femenina y del estudiantado";
-que el clima de la UNCuyo hacia 1945 comenzó a agitarse y los estudiantes reclamaban, entre otras cosas, concursos para las cátedras, cursos paralelos con prueba de aptitud para los profesores, rotación en los temas de los programas y viajes de estudios para los estudiantes;
-que la atmósfera política en la UNCuyo se caldeó a tal punto que los profesores quedaron divididos en dos bandos: los estrictos y los opositores, entre los que estaba Julio;
-que participó en una toma de la facultad que terminó con estudiantes y profesores detenidos durante dos días en una comisaría, y fue elegido para integrar el consejo directivo de la facultad;
-que tras verse envuelto en las internas políticas de la Universidad, se defendió con un impresionante artículo en el diario Los Andes (que se reproduce en el libro), haciendo gala de su poder de argumentación y milimétrica refutación;
-que luego de partir de Mendoza el vínculo siguió a través del contacto epistolar con Sergi y a partir de 1970 con la joven crítica Lida Aronne, autora de Rayuela: la novela mandala, libro que entusiasmó a Cortázar, aunque el título se prestaba para la broma ("Mi chiste –le dice– fue: la novela mandala al diablo");
-que alguna vez reemplazó en el encabezamiento de sus cartas "Buenos Aires" por "Perolandia" o por "Horribles Aires";
-que a principios de 1946, desde Buenos Aires, pidió licencia mediante una carta al interventor de la Facultad de Filosofía y Letras, argumentando que "razones personales";
-que en abril del 46, Cortázar le escribió una carta al centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo en la que explicaba por qué se alejaba de los claustros universitarios: "Circunstancias diversas me aseguraron –a fines de febrero- la posibilidad de permanecer, si así lo decidía, en la Capital. Entonces, y luego de considerar mis deberes con toda la serenidad posible, arribé a lo que espero comprendan y justifiquen ustedes: que un hombre debe a veces romper amarras de afecto y olvidar posibles ventajas materiales, si su vocación auténtica reclama otra calidad de vida, otro horizonte de acción".
Los anexos del libro Cortázar, profesor universitario incluyen los programas de las asignaturas dictadas por el escritor y las cartas de Julio Cortázar a la crítica Lida Aronne.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario