mayo 21, 2006

SEMANA DEL 21-05 AL 28-05 DE 2006

DE LOS MISTERIOS DE LA LECTURA

Libros y zapatos son aún una cuestión vigentes

Son tiempos áridos los que nos toca vivir. Ahora cualquiera lo percibe a pesar de que inmediatamente se prefiera entrar en estado de negación profunda. Los valores alterados –la problemática de los valores alterados en lo cultural y social- afectan de modo difuso pero al mismo tiempo llenan las horas de angustia y de incertidumbres. No se trata de una frase, a muchos les sucede, sin saber de qué se trata.

Digamos las cosas de esta forma: Un amigo ha coleccionado a lo largo de su vida una impresionante cantidad de libros y de artículos periodísticos clasificados por temas (su colección es considerada invaluable como patrimonio cultural desde varios aspectos), sin embargo él no ve mucho futuro para su legado y se preocupa seriamente ante la indiferencia generalizada. Todo el potencial contenido en esos textos parece no importarle a nadie. La amiga de otro amigo fue juntando una gran cantidad de zapatos y tampoco sabe que hacer con ellos. ¿Conocen la finalidad de la metáfora? Sucede en ese contexto que por una cuestión de valoración –en este presente exacto- nadie puede decir cual de las dos colecciones de objetos es más importante. A quienes lean estas líneas les puede sonar ridículo este razonamiento, pero a muchos otros seguramente no. ¿Qué determina la valoración de algo en estos tiempos áridos? Al parecer nadie lo sabe.
Ahora bien: nosotros sabemos, sólo algunos de nosotros sabemos, que los libros no son simples objetos. ¡Sirven para leer! ¿Qué es leer? Leer es descifrar (los códigos están de moda ahora) y comprender. Nos sucedió cuando niños y fue maravilloso –lo recuerdan-, ya que descifrar y comprender, nos abría las puertas a la realidad que no entendíamos. Cuando leemos obtenemos del texto dos clases de informaciones: visual (la que capta el ojo) y la no-visual (la que capta nuestra mente sobre lo que estamos leyendo), que es la que nos da conocimientos. Especialmente sobre el texto mismo, el autor, la situación, lo abstracto del sistema; es decir, todo aquello que nos permite acrecentar nuestro conocimiento acerca de algo. A más lectura se hace más fácil comprender lo escrito. A menos lectura toda comprensión se hace más dificultosa. ¿Nos lleva esto a alguna situación en particular? Totalmente. Especialmente ante aquella situación de que, a medida que comenzamos a desconocer las cosas, comenzamos a obtener informaciones erróneas y generalmente equivocadas. La misma realidad se convierte en algo confuso. Transformándose así –la lectura, el método implícito en la lectura- en una forma especial de supervivencia para nosotros en estos tiempos que corren.
Este sistema en contra de la lectura comprensiva no es casual. Y aun cuando no lo comprendamos en primera instancia, se trata de un proceso implementado inteligentemente, que contradicciones mediante ha rendido sus frutos y ha creado esta sociedad compleja (llena de informaciones que nos hacen cada vez más ignorantes) y que nos toca vivir predominantemente en medio de la angustia y la incertidumbre generalizada.
¿Y de los zapatos que podemos decir? La verdad que muy poco... pero, sobre la lectura, seguramente seguiremos insistiendo. Todavía se recuerda una famosa frase (que se refería en nuestro país a las alpargatas) que parece seguir teniendo una vigencia profética. (Juan Bazán)

REITERAMOS

Nadie sabe a ciencia cierta sobre los alcances en la Web –especialmente de los textos que se publican en Internet-, y de su influencia en el acrecentamiento de algún nuevo habito de lectura.
Por eso nos preocupa el tema. Nadie lo sabe y sí existe tal dato no se trata de "algo" que forme parte del conocimiento de la gente.
Los libros, como dicen algunos especialistas, no corren en estos momentos ningún riesgo cuantificable. Pero sí se sabe que es la lectura en sí misma –la lectura como costumbre o habito- lo que más se encuentra perjudicada y en peligro en estos tiempos.
Pretendemos acercarnos a este problema complejo de una manera intuitiva y con las posibilidades de los "métodos" siempre y cuando no se conviertan en crípticos para los lectores: con lo aprendido, por una parte, y con lo que se pueda recolectar entre los miembros de la tribu de las LETRAS. En especial entre ellos, con los que pretendemos reflexionar, para que nuestras ideas se reflejen en ésta página.

DE LO QUE NOS DEJO LA FERIA DEL LIBRO

Sucedieron tantas cosas en la última Feria del Libro en Palermo que seguramente iremos tocando diversos temas sobre ella.
Un mercado cuyas leyes son cada vez "menos literarias".

En este caso, porque no queremos olvidarlo, se trata de la visita de tres destacados editores extranjeros. Algunos medios nacionales le dieron un poco de espacio y la mayoría los ignoró. Los representantes de la mítica Gallimard, de Tusquets y de La Decouverte pontificaron sobre el mercado editorial en "el que las leyes son cada vez menos literarias" y dónde se habla cada vez más de "la edición sin editores". También que se sabe: "El libro no es lo que solía ser, las listas de bestsellers están encabezadas por autores que se hicieron conocidos gracias a la televisión, y las estrategias de marketing que acompañan a los títulos como a cualquier mercancía".
Estos visitantes fueron Francois Gèze de La Decuverte, Anne-Solange Noble, directora de derechos de Gallimard, y Beatriz de Moura, editora de Tusquets.
Esta última representante (de Moura) dijo algo muy interesante: Ella piensa que es "dramático" que haya más gente que escribe y no que lee. "La computadora -dijo- creó una virtualidad extraña y todo el mundo cree que puede escribir. Nosotros recibimos un promedio de 100 manuscritos al mes. Pero –agregó- en estos últimos 37 años sólo encontramos tres verdaderos escritores que son buenos y hoy conocidos".
Francois Gezè señaló: "No se puede ir contra la mayoría. Si publicas algo que va a vender sólo cien ejemplares, eso no le sirve a nadie. Es necesaria la dosis del libro a contracorriente, pero hay que saber encontrar el equilibrio. También cambió la relación con los medios: todos sabemos que una buena crítica pueda hacer que se venda cualquier cosa. Si uno mira la lista de los bestsellers de Francia, el 80 por ciento de los autores vienen de la televisión". Solange Noble estuvo en desacuerdo cuando afirmó: "¡Pero hay un veinte por ciento que no está en la televisión! En Gallimard recibimos 6 mil manuscritos al año por correo y leemos todos. Y se encuentran buenos trabajos."
Estas pequeñas frases contienen mucha información que conviene procesar. Aquí según la Cámara del Libro, el año pasado se editaron cerca de 55 millones de ejemplares, este bienestar se debe principalmente al crecimiento de la exportación y según esta fuente a la sostenida presencia del sector en las ferias internacionales. Esto es notable porque uno se pregunta: ¿Qué se está publicando para pensar que el crecimiento de la industria aporta algo valioso a los nuevos lectores? ¿Qué nuevos autores nacionales están marcando, con su impronta, a una cultura segmentada, mediatizada como nunca y con una clara tendencia a ser colonizada? Esto no es sólo un punto de vista político. Es algo que está en el centro mismo del libro como objeto de distribución de viejas y nuevas ideas –de afuera y de adentro- que ayuden a comprender mejor al hombre y a los tiempos que le toca vivir.

Este no es un tema menor. Veremos que aportes conseguimos de aquellos que virtualmente nos comienzan a seguir.
(Esperamos sus opiniones en el correo de siempre)

DE NUESTROS MAESTROS DE LETRAS

Horacio Quiroga: el cuentista perfecto

Nuestro escritor Horacio Quiroga sufrió en vida, como muchos conocen, la indiferencia pública sobre su obra. De una forma tan atroz que su vida fue un extraño peregrinaje que terminó en su sonado suicidio. Esta obra literaria, a su vez, corrió con la misma suerte. Así suelen comportarse ciertas tradiciones en nuestro país. Recién en 1967 aparecieron de este autor las "Obras inéditas y desconocidas" que se debieron a la labor crítica de Angel Rama. Le siguieron "Todos los cuentos" en 1993, gracias al trabajo de Napoleón Baccino Ponce de León y Jorge Lafforge; y se continuaron, más tarde, con "Cuentos completos" (tomos I y II) en una cuidada edición a cargo de Carlos Dámaso Martínez.
En esta publicación –que no es una novedad- no sólo se rescatan todos los textos conocidos del autor, sino aquellos que actualmente lo consagran como al "perfecto cuentista" que Quiroga fue para nuestras letras. Como siempre, estos textos, fueron rescatadas de revistas y periódicos, donde el escritor publicó materiales sueltos entre 1899 y 1935.
El libro comienza con la primera prosa modernista de Quiroga y se prolonga en períodos reconocibles, que van desde la influencia de Edgard Alan Poe y el manejo del horror, pasando por los cuentos de amor, de locura y de muerte, que se corresponden a su experiencia misionera. También se ofrecen relatos donde se evidencian los distintos cruces, en la manera de observar el mundo por parte de Quiroga, sus búsquedas formales al intentar recrear ese mundo a través de la escritura y en su relación al género de lo fantástico.
En esto –cabe decirlo- Quiroga siempre fue un extraordinario hacedor de obras casi perfectas, ya que podía crear cualquier otro tipo de universo, en una historia común, con el simple artificio de la forma de mirar las cosas sólo utilizando la mirada de otro.
La intención significativa de esta edición de Dámaso Martínez fue la de registrar cronológicamente todos estos textos para dar al lector una idea aproximada del "proceso de construcción de una obra". De este modo, el lector, puede observar el camino evolutivo de Horacio Quiroga. Este "camino" fue definido por Pedro Orgambide de la siguiente forma: " Se lo puede seguir desde un dandismo erótico decimonónico, que mimetiza lecturas, temas y personajes decadentes y "fronterizos", hasta la construcción ficcional de su experiencia misionera, donde estos elementos se enriquecen con tipologías enfrentadas en los social, que comparten el campo lingüístico de frontera. Allí, también, la figura de Horacio Quiroga se proyecta como personaje arquetípico de su propia peripecia personal".
Algunos datos: A esta obra de recopilación se le agregaron textos como "Las cartas del cazador", que originariamente fueron publicadas (como una serie de notas) en la revista Billiken en 1924. Son, como es previsible suponer, unos "cuentos de la selva para niños", que encierran al mismo tiempo claves para entender otros esfuerzos literarios futuros del autor. De los cuentos no publicados en libro alguno se encuentra "Los precursores", que entronca con el rigor narrativo de "Los desterrados". Dámaso Martínez incorpora, además, cerca de ochenta narraciones no recopiladas en ninguna edición. Lo hace para que funcionen como una "lectura auxiliar" de la obra quiroguiana.
"En ella coexisten –volvemos a las palabras de Orgambide- y se reiteran, los abordajes de lo real y lo fantástico característicos de este autor, que transformó en literatura las extremas tensiones de una vida difícil, a la que puso fin hace tiempo".
Para todo aquel lector que sienta necesidad de reencontrase con Quiroga o que lo aborde por primera vez, este libro en particular, trae un extenso y documentado estudio preliminar de Martínez titulado "Horacio Quiroga: la permanente vigencia de un clásico". Los tomos I y II cuentan con 544 y 528 páginas respectivamente.
Ambos libros son una isla escondida (que aún frecuenta los anaqueles de las librerías, incluso las modernosas de estos días), que nos permiten acercarnos a un escritor que apenas fue apreciado por sus pares, pero que nunca pasa inadvertido para cualquier lector que se acerca a él. En Quiroga se suman voces y tradiciones de mucha vigencia en estos días. Estas voces de la realidad, reinventadas en su escritura, no han pasado desapercibidas en el extranjero (cosa bastante habitual) dónde se le rinde un culto que en su propia tierra prácticamente no existe. (Tenemos noticias que en China y en Rusia, aparte de otras latitudes, se lo estudia y es más conocido que entre nosotros.)
En Quiroga, podemos recordarlo quienes transitamos alguna vez por su obra, se funden de manera sorprendente algunos principios básicos: especialmente aquel que apunta a que la literatura está para crearnos "la inquietud" que negamos en lo cotidiano para apartarnos del mundo real. Sin esta, lamentablemente, permanecemos en las sombras de todo lo sórdido que tiene la condición humana y sin herramientas para enfrentarnos a ella. En este "casi perfecto narrador", están los esfuerzos de un escritor inadvertido, que quizás sin proponerse se enfrentó a todas las miserias con la sola intención de alejarnos -o al menos- advertirnos sobre los peligros que ellas representan para la humanidad y la persona. (JB)

DE NUESTRO RINCÓN POETICO

Rosa Lipshitz frecuenta una afamada tertulia de la Avenida de Mayo: La Mesa de los Jueves (que aun cuando muchos no crean todavía existen como los fantasmas), que reúne a veteranos y afamados periodistas, que curiosamente comparte con ella a pesar de que su principal dedicación son las letras en su forma lírica. Allí nos enteramos de que es vecina del barrio de Caballito –que vive rodeada de las añosas tipas de la calle Pedro Goyena, una de las más hermosas del barrio, que congrega un paisaje de luces, sombras y misteriosos gorjeos alados-, y que sus poemas o "letras de tango" como ella dice se conocen casi tanto como se desconoce a su autora. A la letra del tango que publicamos a continuación, por ejemplo, ya la habíamos visto en una "publicidad" de una empresa inmobiliaria que la publicó junto al mapa del barrio y sin siquiera conocer a Rosa. Al parecer, para los que sienten al barrio, son los versos los que cuentan.

CABALLITO
Tango
Letra de Rosa Lipshitz

Un caballito alado renuncia la veleta
y trota por las calles, detrás de una canción.
Se mete entre las sombras secretas de la noche,
del barrio que ha crecido con ritmo de hormigón.
Por túneles de sueños anima la esperanza
flaquita... Sola y pobre trasnocha la pasión,
al paso de los trenes y subtes misteriosos;
una muchacha triste suspira un hondo adiós.
Un caballito alado renuncia a la veleta
y trota por las calles detrás de una canción.
Con sol de la mañana se fuga hacia los parques
y apaga en bebederos el ansia de su sed...
Fantasmas con nostalgias lo atajan con palabras,
le ofrecen la veleta que gira en el ayer,
y un trole que levanta quimeras y utopías
lo engancha del tranvía que sale a recorrer:
las calles azuladas radiantes de noviembre
que cada primavera se empeña en renacer.
Un caballito alado renuncia a la veleta
y trota por las calles detrás de una canción.
Distante y agotado descansa en la parada,
y sigue con asombro el vuelo de un avión.
El caballito andante... tocado por la magia
de las cosas que en el barrio amamos vos y yo
con ráfagas de viento y música en sordina,
componen con su historia esta canción de amor.

A esta letra le falta la música, pero uno la imagina... y también que algún músico del barrio se inspire y el círculo se cierre. A lo mejor...

Hasta la próxima semana.

No hay comentarios.: