Las palabras -ciertas palabras- sirven para "remojar" el pan de nuestra alma en la sopa de alguien que sintio o pensó como darle forma -con palabras- a esa "sopa nutritiva" del espíritu o la mente... en definitiva lo único propio que tenemos. Con el transcurrir del tiempo y con nuestra "extrraña y misteriosa" forma de crear prolongaciones a nuestros sentidos, fuimos llenando (los hombres, no nosotros) telas o papeles fotográfiocos o rectángulos virtuales con imagenes del mundo "real". La escritura, por su parte, sirve para dejar constancia de la memoria de alguien; de los pensamientos de alguien; dos situaciones "bio-eléctricas" que surgen en nuestro cerebro y desaparecen con la virtualidad y la rapidez del rayo. Si se puede alguien las captura... a las palabras o a las imágenes... para compartirlas con otros seres con hambre de esa "nutritiva sustancia" para nuestro espíritu, alma, mente o cerebro... Es decir "epaquetamos" lo que tan velozmente sucede (una "idea", por ejemplo)..., ahora bien, empaquetar la belleza ha sido desde siempre una tarea fundamental.
Al decir de alguien: "Es la única protesta real que vale la pena intentar en este asqueroso mundo". Por otra parte, las imágenes (impactantes, de belleza mortal), pertenecen a los artistas de quienes reproducimos respetuosamente estes imágenes que nos han impactado.
De Patti Smith estos versos que concluyen como una declaración inevitable e imitable: "Si no podés con algún pecado, hermano o hermana, hacete cargo vos..., que Dios está ocupado en cosas más importantes que esas tonterías).
¿Les parece?