junio 26, 2009

LA POTENCIA CREADORA DE LO SENSIBLE-POR ALICIA MONTESDEOCA

Con ese título y el subtítulo “Una propuesta para trascender el método
científico en sociología”, Alicia Montesdeoca socióloga, del Departamento de Sociología de la University of Pune, India, desarrolla su concepto sobre la sensibilidad en una extensa nota, publicada por Tendencia XXI, de la que se extraen algunos párrafos que mantienen la idea original. Especialmente porque tiene que ver con la mirada del poeta (quizás) y con la del narrador (en particular).




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“Mirar la realidad desde la perspectiva de lo sensible - DICE Alicia Montesdeoca-supone proponernos conocer desde lo vital, no sólo desde lo racional, porque no
es una mirada que se orienta hacia un ángulo más o menos amplio, sino una conciencia de ser. Es un estado de conciencia en el que la estructura y la vida emergentes se perciben integralmente, sin divisiones.”

“Los modelos que hoy se construyen para interpretar el pasado, para
entender el presente o para conocer lo que va a pasar en el futuro
inmediato o a largo plazo, siguen adoleciendo de una visión clásica: se
prevén comportamientos de la población, del tiempo, de la enfermedad, de
las tropas enemigas, etc., sin tener en cuenta que hay factores
presentes en todo proceso que generan incertidumbre, como la voluntad o
la creatividad, porque no hay un patrón de medida para ellos.
Se plantea, detrás de este esquema clásico causal, que la libertad no
existe, que la creatividad tiene sus límites, que todo está creado y que
no se puede producir nada nuevo en la vida, ni en su comportamiento.
Trasladado esto a la sociedad, ya todo está dicho, ahora sólo cabe decir
amén. Cuando las ideas se institucionalizan como verdades alcanzadas y
perennes, aprisionan a quienes las adoptan porque se toman como dogmas.
Aunque la verdad es que ellas nacen de la experiencia vivida, en un
espacio y en un tiempo, y que iluminan el camino que se traza para
seguir, el proceso “institucionalizador” termina por convertirlas en una
enorme losa que impide continuar andando.”


“La nueva enseñanza para esta nueva andadura es que las ideas, los
pensamientos, las teorías, han de ser como candiles que se agotan
cumpliendo un papel, y que, tras esta tarea, nos queda el recuerdo de
que su luz permitió que nuestros pasos fueran más firmes, hasta alcanzar
el objetivo que fijaron, pero que no nos obligan a guardar su sombra.
Hay que aprender a no apegarnos a nada. Para esta aventura hay que estar
ligeros de equipaje y, así, poder sobrevolar las dificultades de lo
establecido como normal.”


“Nada se puede convertir en dogma: los modelos de vida no han de
esclavizarnos. Esto no puede suponer caer en el relativismo: supone el
amor a la vida; la aceptación de todas sus manifestaciones, todas
perfectas, todas con sentido.”


Lo que queremos añadir, y ahí queda para que reflexionemos mejor en otra
ocasión, es que la sociología, como toda ciencia humana, está llena de
intuiciones, llena de sentimientos y emociones, llena de deseos de
plasmación de un modelo interno que vive en cada uno de los que se
interesan, profundamente, por su sociedad. También, que más que
“observador” de la realidad, todo teórico es un “participador” de la
misma. Por ello, un cuadro, una novela, una sinfonía, una canción, están llenos
de contenido sociológico: son documentos básicos para comprender la
realidad social. Resulta paradójico, pues, que desliguemos a la
sociología de los ingredientes intuitivos, aquellos que nos hacen
comprender la realidad antes de categorizarla.


“Mirar la realidad desde la perspectiva de lo sensible supone
proponernos conocer desde lo vital, no sólo desde lo racional. Porque no
es una mirada que se orienta hacia un ángulo más o menos amplio, más o
menos de primero, de segundo, de tercero... o de cuarto orden, es una
conciencia de ser. Es un estado de conciencia abarcable, donde la
estructura y la vida emergentes se perciben integralmente, sin
divisiones. Es dar con la mirada que nos permita encontrar la unidad que
se expresa de diferente manera, proyectando de ese modo su complejidad.
El método científico establece una única perspectiva, la que nace a
partir de “lo real”, de lo cuantificable, de lo tangible, de lo
contrastable. Para ello necesita de un código y de un consenso: una
única perspectiva, una única expresión simbólica, una aceptación o
sometimiento universal, una racionalidad. La ciencia ha hecho tal
reducción de la realidad, con ese intento de explicarla sin
contaminarse, que el resultado es el esperpento.”

“Lo que denominamos “lo real” parecen ser patrones de expresión de la
realidad, no manifestación de ésta, es una percepción de nuestros
sentidos, que nuestro cerebro interpreta a través de categorías que él
mismo crea. A esa realidad percibida David Bohm la denomina el orden
desplegado, a diferencia del orden implicado, o no desplegado, por no
manifiesto.”

“Pero lo sensible aporta una mirada abarcadora; no se plantea la forma
de conocimiento desde la confrontación, sino desde la comprensión
natural de lo complejo como el principio de la existencia; la apreciación de lo real desde el goce de cómo la realidad se manifiesta, entendiendo que sólo gozando de ella nos podemos aproximar, algo, a su comprensión. No ha de interesarnos tener una salida teórica para siempre, una explicación “coherente” que nos deje tranquilos con su respuesta, y sin preguntas. Nos interesa estar vivos, y así poder percibir las limitaciones para comprender, sentirnos cómodos y sin complejos en la
ignorancia. No es poder lo que necesitamos, sí el sentimiento de estar participando de la vida, mientras ésta nos haga partícipe de su devenir.”



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Para poder ser creativos en esta perspectiva que se propone, hemos de
empezar por acabar con ese tirano interiorizado que censura todos
nuestros actos y que fomenta la inseguridad y el miedo: ese dios que lo
ve todo, fiscalizador, controlador, juez que condena a los que se salen
fuera de lo previsible y lo correcto, que promete castigos, menosprecio
y marginación a los que no reconocen la autoridad eternamente
establecida, y que se atreven a mirar, observar, pensar, reflexionar,
analizar, interpretar, concluir y expresarse por su cuenta, y sin su
beneplácito. No se pretende conocer la vieja perspectiva para rechazarla o
combatirla, lo que se persigue es integrarla. Tratar de usar la
herramienta de la “forma” para que nos ayude a descubrir la esencia del
contenido. Asimismo, partir del sujeto, del sujeto como vida, del sujeto
que actúa con intenciones, y del otro (ambos son simultáneos) que al
socializarse renuncia porque ha asumido los códigos, y se ha confundido
en ellos, pareciendo estar desconectado de la vida, porque ha olvidado
“quién es” y lo ha sustituido por “lo que es”.

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