octubre 18, 2012

EL 161 ANIVERSARIO DE MOBY DICK, LA BALLENA BLANCA


Arriba, el homenaje de Google (el genial buscador), a los 161 años de la primera edición de la obra de Herman Melville. Abajo la escena inmortalizada en la imagen clásica de ese símbolo motivo de toda obsesión y cuya presencia manifiesta al Dios de nuestra imagen y semejanza.


Comentaba Borges, que hay escritores cuya obra no se parece a lo que sabemos de su destino; tal no es el caso de Herman Melville, que padeció rigores y soledades que serían de arcilla de los símbolos de sus alegorías. Nació en New York en 1889. Hijo de una gran familia venida a menos, de severa tradición calvinista. A los diecinueve años emprendió el primero de sus largos viajes en barco. En 1841 se alistó en una ballenera que zarpó de Nantucket. Una década después, en 1851, publicaría su obra más destacada Moby Dick, a la que quizá tan sólo se le aproxima , un relato posterior Bartleby el escribiente de 1856, curiosamente un relato radicalmente opuesto, caracterizado por la inacción de su protagonista. Lo cierto, es que Moby Dick, no fue bien recibida ni por la crítica, ni por el público; fue necesario esperar a los años 20 para que la novela comenzase a ser debidamente valorada.

***


ESPECIE DE RECORDATORIO: El libro relata una expedición que se realiza con el fin de pescar ballenas en el año de 1840, titánica caza en la cual el propio autor ha participado. Sin embargo, lo sorprendente es que a pesar de haber sido escrita diez años después de los hechos narrados, Melville no se limita a relatar sus recuerdos y experiencias personales sino que, a manera de largas digresiones que detienen y salpican el argumento, la obra es también una especie de erudito tratado de cetología que se alterna con los trozos netamente épicos o poéticos del relato, un verdadero catálogo informativo y casi científico de todos los aspectos referentes a la ballenería: el nombre de la ballena en varios idiomas; innumerables referencias a ésta, comenzando por el Génesis bíblico; el sermón del sacerdote aludiendo a su fuerza y grandeza; clasificaciones, fábulas, descripción de la vida en los buques balleneros y de sus tripulantes; explicación de la forma de construcción de los barcos, las costumbres a bordo y la diversidad de caracteres de los hom­bres que los manejan, etcétera.

En la novela identificamos al autor en el personaje de Ismael, el marinero que relata la historia en primera persona. El grupo zarpa de la isla de Nantucket —uno de los más importantes centros de la gran industria ballenera norteamericana— a bordo del Pequod y bajo el mando del capitán Ajab; van en busca de una feroz y gigantesca ballena de una blancura sobrenatural —Melville la llama Moby Dick— que reina en las profundidades del océano Pacífico y siembra muerte y destruc­ción entre los barcos, capitanes y pescadores de ballenas. El propio Ajab ha sido una de sus víctimas: está mutilado y lleva una pierna de palo porque Moby Dick le devoró la suya. Lleno de odio, Ajab juró vengarse. Desde entonces una obsesión constante lo domina: cazar a la sanguinaria ballena blanca.

Comienza el viaje. Se suceden momentos de bonanza y de calma que se alternan con tormentas y huracanes; el Pequod navega por el Atlántico, rodea América del Sur y Cabo de Hornos, y se adentra en la misteriosa inmensidad del Pacífico, hábitat de la enorme ballena asesina. En medio de inefables paisajes, el viento hace avanzar el barco y éste se acerca lentamente a su presa. Otros balleneros le dan noticias de Moby Dick y el Pequod le sigue la pista; mientras, persiguen y matan ballenas menores. Finalmente divisan a Moby Dick, "monstruosa, blanca y terrible"; así comienza la grandiosa y alocada caza de tres días para capturarla. Melville describe magistralmente la ansiosa persecución. Moby Dick brama y ataca, nada bajo el barco, lo embiste, lo azota con poderosos coletazos y lo destruye. Mientras el Pequod se hunde, el gigante blanco arrastra a la muerte al capitán Ajab, y la tripulación perece en el naufragio. Sólo Ismael se salva de la catástrofe final, para regresar al mundo civilizado y contar lo sucedido.

Esta novela, la obra maestra de Herman Melville, en su época resultó un libro extraño, controvertido y espectacular por la forma, el tema y su profundo significado (Moby Dick simboliza el mal sobre la Tierra). A pesar de que Melville se presenta aquí como un escritor desigual, destaca en el relato su fantasía, su asombro ante la naturaleza y su descubrimiento del sentido humano de la vida.

Autor: Herman Melville, novelista; 1819-1891.
Otras obras: Typee, Omoo, Pierre, Billy Budd, Chaqueta blanca, Redburn, Benito Cereno, Las islas encanta­das, etcétera.
Género: Narración de aventuras marineras. OTRO: Novela metafísica sobre tema espiritual.
Estructura: Está dividida en 60 capítulos y un epílogo.