AUTORES: Maira Mascolo
Joven rosarina, estudió Periodismo Integral, cursó un año de Derecho. Habla tres idiomas. Italiano, francés y alemán. Ha publicado en revistas virtuales desde 2004,crónicas de música contemporánea y relatos. Actualmente, produce la revista virtual "La anémona vidente de René Villar". Nos fue presentada por Susana Rozas y nos admiró lo conciso de su despojamiento para acceder a la exploración de las infinitas formas del relato en estos días confusos. El texto a continuación es una clara muestra de lo que intentamos exponer.
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Joven rosarina, estudió Periodismo Integral, cursó un año de Derecho. Habla tres idiomas. Italiano, francés y alemán. Ha publicado en revistas virtuales desde 2004,crónicas de música contemporánea y relatos. Actualmente, produce la revista virtual "La anémona vidente de René Villar". Nos fue presentada por Susana Rozas y nos admiró lo conciso de su despojamiento para acceder a la exploración de las infinitas formas del relato en estos días confusos. El texto a continuación es una clara muestra de lo que intentamos exponer.
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HostelPsic
Todavía no entendía bien lo que estaba sucediendo. Yo me encontraba encerrada en mi cabeza, presa de mis impulsos y por sobre todas las cosas absorta en este dilema del corazón. Para poder deschabarte primero tengo que saber cuáles van a ser tus próximos movimientos. Inconclusos pensamientos se van acercando hacia el cabo final, que es lo que yo llamo, un discurso para finiquitar esta relación aunque nunca la sentiste o existió. Necesito que me liberes, quiero volver a mi mundo, quiero poder ser libre otra vez, transformame en lo que quiera cuando quiera. Ser un marinero a la mañana, una sirenita al mediodía o un muñequito parlanchín. Pero no me dejas, me retenes y esto así no da para más.
Por ende, te empecé a imaginar de una manera desorbitante. A mi me gustaba ella, pero ese simple pensamiento no me permitía pensar con claridad. La primera vez que la vi me sorprendí por el brillo de sus dientes blancos. Era tan, pero tan abismal su manera de sonreir que te dejaba boquiabierto cada vez que se alegraba. Así que yo me dije:¨La quiero, sobre todo cuando me da la pastilla azul¨.
Persecuciones e hipnotismos de un recuerdo
Huelo fuego y madera veo el néctar de las cenizas
Nada más amargo que la pasión reprimida
Cuando el amor no espera al cuerpo…
Instintos, presentimientos y nada es concreto
Me sirven las palabras para describir esta visión
Cuando más pido repuestas
Más atónita me quedo
Y el fuego se consume, se lleva la vida
Se convierte en humo, en aire
Con frases indescifrables
Con pacientes ilusiones.
© Maira Mascolo