El Nobel de Literatura inglés Harold Pinter revive en un libro de su viuda Lady Antonia Fraser, que compartió 35 años con el autor y es por sí misma una consagrada biógrafa e historiadora, recordó con amor y humor la figura de su marido. Aún recordamos "el abrazo" enviado por el dramaturgo "a nosotros" porque habiamos publicado una breve reseña sobre la traducción de sus poemas en "Guerra". El saludo, impensado dada la distancia y el estado del escritor, nos fue trasladado por Andrew Graham Yool que lo visitó en su lecho de enfermo. Se lo comentó a Pinter o le llevo un ejemplar del periodico y nos dijo que el celebrado autor se alegro mucho de que aquí "tan lejos" se acordaran de él.
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Volviendo al libro y al personaje: Harold Pinter, el dramaturgo británico galardonado con el Nobel de Literatura en 2005 y fallecido de cáncer tres años después, es recordado por su viuda en el libro "Must you go? My life with Harold Pinter", que fuera presentado hace poco en su versión en castellano en ciudad de México. Por estas playas, al parece, todavían no apareció pero seguramente tendremos noticias del texto en la proxima 36 Feria del Libro de Buenos Aires.
La frase que da título al libro alude a la que Pinter (Londres, 1930-2008) le expresó la noche que ambos se conocieron, cuando ella iba a partir de una cena en la que ambos habían tomado parte, a raíz del estreno de una obra del dramaturgo dirigida por el hermano de Frasier.
El libro, que se publicará en Reino Unido este mes, está conformado a partir del diario que ha venido escribiendo Frasier a lo largo de su vida y de comentarios a posteriori, realizados específicamente para el volumen.
"Después de su muerte me sentí oscura y llena de desesperación, y pensé que no podía seguir así, que tenía que hacer algo, y por eso decidí escribir", apuntó Frasier.
Los años recogidos están nutridos de pequeñas anécdotas, como la de la primera noche que ambos pasaron casados en su domicilio. "Él me leyó algunos de sus textos, y yo me quedé dormida; más tarde hablé con su primera esposa y me dijo que cuando no podía dormir, le pedía a Harold que le leyera", narró.
La última parte del libro narra los casi siete años que el autor estuvo luchando contra el cáncer, hasta que perdió la batalla, y la experiencia por la que pasó su mujer cuidándolo.
Frasier negó que su esposo, conocido por expresar sus opiniones políticas con firmeza, fuese antiestadounidense por haber criticado repetidamente a los Gobiernos de ese país.
"Si no (hubiera hecho esas críticas) su vida en Estados Unidos no hubiese tenido sentido", dijo, y matizó que Pinter se había pronunciado en contra de la política exterior, no de la sociedad de EE.UU.
Para ilustrarlo, relató como el Nobel fue interrogado en el aeropuerto de Miami cuando volvía a su país desde Nicaragua, en la época del encono de EE.UU. contra los sandinistas.
A punto de perder los nervios por las preguntas incesantes de la agente, ésta se declaró admiradora de su obra y le dio la bienvenida al país. "Es una historia que ilustra la diferencia entre un Gobierno y sus ciudadanos", concretó.
"También criticaba al Gobierno británico", añadió sobre el activismo político de Pinter.
Frasier apuntó que su marido escribía solo cuando le llegaba la inspiración, y nunca trabajaba motivado únicamente por un interés económico.
"Pasó un año leyendo a Proust para hacer un guión de 'La mujer del teniente francés', pero nunca se llevó a cabo", rememoró.
Pinter es autor de piezas teatrales como "La habitación" (1957), "La fiesta de cumpleaños" (1958), "El portero" (1959), "La colección" (1962), "El amante" (1963), "Regreso a casa" (1965) y "El silencio" (1969).
Por su parte, su viuda tiene en su haber biografías de María Estuardo, reina de Escocia, de Carlos II, de Oliver Cromwell, diversos libros históricos y ocho novelas policíacas.